Matrimonio como empresa: Qué papel deben jugar las emociones en nuestro matrimonio?

Por Lawrence Otarola

¿Ha escuchado alguna vez a alguien decir, “Es que ya no lo quiero”? o, “No sé qué pasa,
pero ya no siento nada”. ¿Qué podemos hacer cuando la pasión y el enamoramiento que
sentíamos por nuestra pareja se achica o desaparece del todo? ¿Habrá alguna esperanza
para nosotros? ¿Se podrá hacer algo?

Las emociones juegan un papel muy importante en el matrimonio, Sin duda alguna nos
hacen sentir en las nubes muchas veces, y otras… ¡Bueno! se podría decir que a las
puertas del infierno. Pero, ¿qué tan acertadas serán las emociones?

Todos sabemos que en el mundo de los negocios, las emociones son importantes y
cumplen un papel clave en el desempeño y atmósfera de toda empresa exitosa. ¿No se ha
percatado cómo todos deseamos trabajar para una empresa que valora y motiva a sus
empleados, que los hace “sentir” bien? Sin embargo, por más buena que sea la empresa,
y por más motivación que haya, todos sabemos también que hay días en que al sonar la
alarma y abrir los ojos, lo menos que se viene a nuestra mente e invade nuestro ser, es un
profundo y sincero deseo de ir a trabajar. Nos decimos a nosotros mismos, “Cinco
minutos más», damos una vuelta, tratamos de disfrutar al máximo esos minutitos, pero…
imposible. Algo nos hace levantarnos e ir a trabajar. ¿Por qué? Porque todos tenemos
bien claro que, aunque las emociones son muy importantes, jamás están por encima de la
responsabilidad.

“Sí”, dirá usted, “pero, ¿qué tiene que ver esto con el matrimonio?” Bueno, tal vez darle
un enfoque nuevo y diferente al matrimonio es lo que necesitamos para hacerlo
funcionar. A lo mejor, lo que usted ha estado haciendo no le está dando resultados. ¿Por
qué no probar un nuevo acercamiento? Alguien dijo que sólo una persona loca sigue
haciendo la misma cosa que le ha dado los mismos resultados, esperando que en algún
momento rinda un fruto diferente.

¿QUÉ PROPONEMOS?

Nuestra propuesta es ver al matrimonio como una empresa, y no como cualquier
empresa, sino la Empresa más Importante de la Vida. Por demasiado tiempo se nos ha
hecho ver al matrimonio un asunto esencialmente de romance y atracción física.
Creemos firmemente que debemos cambiar nuestra manera de ver al matrimonio,
debemos verlo como un proyecto de vida que sí involucra las emociones, el romance, y la
atracción, pero que por encima de todo, requiere esfuerzo, dedicación, inversión, trabajo
duro, y planificación.

La gran mayoría de personas que leen esta propuesta de ver al Matrimonio como la
Empresa más importante de la Vida hacen de inmediato una conexión natural entre sus
hogares y el levantar y construir una gran empresa. Otros, por el contrario, se cuestionan
si esa declaración nos lleva a ver el matrimonio como un negocio, como algo fríamente
calculado.

A diferencia de la percepción que hoy podamos tener, por siglos el matrimonio fue un
negocio. ¿Nunca escuchó que los padres decidían con quién se casaban sus hijos basados
en una dote o transacción económica? Así fue por siglos, hasta que llegó la revolución

sexual de los años 60 y el péndulo se fue al otro extremo, de ese momento en adelante
todo era romance, atracción, y emociones.

Ver al matrimonio como la Empresa más Importante de la Vida trae una manera nueva y
fresca de tratar los problemas y dificultades que surgen en la vida matrimonial. Hay
parejas que han llegado a un punto de decepción, de frustración, de desesperanza. Esta
manera de percibir el matrimonio puede darles un nuevo aire, una luz, una salida, una
esperanza que se había perdido.

Anteriormente mencionamos esos días en que no queremos ir a trabajar, pero la
responsabilidad nos hace levantarnos de la cama. El matrimonio es, por encima de todo,
una empresa de responsabilidad. Tiene en su haber los destinos y futuros de cada uno de
sus integrantes, quienes han depositado los unos en los otros todas sus emociones,
intimidades, y futuros en semejante proyecto de vida llamado familia. Si hay un lugar en
el mundo donde se requiere la mayor de las responsabilidades, es sin lugar a dudas el
hogar.

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Publicado bajo licencia escrita de Matrimonio como Empresa

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